lunes, 12 de septiembre de 2016

BARRANCO DE ORDICETO

UNA PEQUEÑA JOYA ESCONDIDA EXCAVADA EN GRANITO.



 La goulotte del tercer rapel, el punto más estético y complicado del descenso.


Empiezo esta entrada diciendo que es uno de los mejores barrancos que he descendido en el Pirineo aragonés. Claro que es una apreciación totalmente subjetiva pero es que este descenso me gustó muchísimo. Dicen que las mejores esencias se guardan en frascos pequeños y en este barranco este dicho se cumple a rajatabla.
El domingo, tras hacer Coro-Trácito, Marta se levanta mejor de las tripas y me dice que quiere hacer algo con la condición de que sea corto ya que, aunque se encuentra mejor, no está para grandes hazañas. Sergio se marcha a hacer una visita familiar a la Cueva de los Osos de Tella y nos quedamos Marta y yo deshojando la margarita. Como hemos traido los neoprenos y hace mucho calor, está claro que pasaremos el día a remojo. Los clásicos barrancos de esta zona (Viandico, Gloces, Furco....etc) los descartamos por ser ya conocidos por nosotros y por estar masificados en el mes de agosto, asi que tiro del interminable listado de actividades pendientes a realizar y nos dirigimos hacia Bielsa camino de la frontera con Francia ya que en la cabecera del valle hay varios barrancos cortitos y acuáticos que cumplen con los requisitos que buscamos para ese día. Tenemos para elegir el Barranco de Ordiceto, Trigonero o Barrosa, sólo uno de ellos, es la condición que me pone Marta, así me decanto por el Ordiceto ya que había leido maravillas de este barranco.
Corto, muy  estético, técnico, acuático y de aguas muy, pero que muy frias, es una pequeña joya excavada en el granito. Por sus características técnicas, es un descenso para hacer con caudales de estiaje, fuera de esta época y con caudales altos, tendremos garantizadas emociones fuertes. El barranco es de carácter abierto pero en su tramo más engordado ha excavado una preciosa garganta en la que sus cascadas están muy canalizadas y nos obligarán a lidiar con el agua y controlar la técnica del rapel.
Nosotros, pese a la tremenda sequía que hay este verano en el Pirineo, encontramos un caudal  más alto de lo esperado, no sé si debido a las sueltas realizadas en las presas de la cabecera de este barranco. Para que os hagáis una idea, a partir del 6º rapel, hay una presa que deriva a una canalización una parte importante del caudal del barranco. En verano, lo normal es encontrar secos los dos últimos rápeles que hay a partir de esta presa, pero ese día corría un buen mangazo de agua por estas últimas cascadas.


Os dejo una pequeña descripción acompañada de  imágenes:


La aproximación del barranco la haremos por la pista forestal que sube al Ibón de Ordiceto. En unos 20-30 minutos, nos saldremos en una marcada curva a la izquierda que a través de un gran prado nos deja en la orilla del barranco.





El primer tramo es abierto y nos permite entrar en contacto con las gélidas aguas de este barranco. Puedo decir que la temperatura del agua está al mismo nivel que el Miraval o el Irués, no llevábamos guantes de neopreno y no veáis lo que dolían las manos cada vez que las sumergíamos en el agua!!!.





Enseguida llega el primer rapel que va por el activo de la cascada en su tramo final.





Y a continuación el segundo rapel, que obliga a montar un pequeño pasamanos recuperable para llegar a la instalación de la cabecera ya que hay un destrepe muy expuesto. El rapel va por el activo de la cascada y la recepción, como todas las de este barranco, apenas cubre.





El tercer rapel es la guinda del descenso, una estrecha goulotte por la que baja el agua muy canalizada. Es una cascada muy estética que hasta hace poco estaba obstaculizada por un tronco caído que dificultaba mucho su descenso, ahora las crecidas han hecho desaparecer el tronco. Es resbaladizo y el agua empuja con fuerza. Con caudales más altos, se puede evitar el activo de la cascada mediante un pasamanos técnico que hay que instalar. 




La base de esta cascada proyecta con fuerza un chorro contra la badina de recepción formando un drossage de manual de aguas vivas, por suerte cubre poco y, aunque empuja el agua con fuerza, se puede salvar el movimiento fácilmente; no obstante, también podemos evitar entrar en la badina cruzando el activo de la cascada hasta una repisa que hay a la derecha, ojo con este cruce por que el chorro empuja con fuerza. 
La goulotte, el chorro proyectado, la badina de recepción y el drossage de la base forman un rincón 5 estrellas.




Casi sin recoger la cuerda, instalaremos el siguiente rapel, corto estrecho y muy canalizado, con caudales altos será el punto más complicado del descenso ya que no está equipado para evitar el activo y esquivar el más que probable movimiento que se producirá en su base.





Del quinto rapel no tengo foto, pero es de carácter abierto a una badina profunda y exige montar un pasamanos recuperable ya que la pequeña repisa de acceso a la cabecera es muy estrecha y resbala un montón.
El sexto rapel es el más largo, de unos 20 metros y junto al activo de una potente cascada. Ojo si decidimos ir por el activo, por que de nuevo el agua empuja con fuerza y el piso es muy resbaladizo. Tuvimos problemas en la recuperación de la cuerda, menos mal que siempre llevo un puño salvador, sino no la hubiésemos podido recuperar.





Tras la recepción del sexto rapel, nos encontramos la presa que deriva el agua a una acequia. Normalmente en verano se queda casi seco el barranco a partir de este punto, pero mirad el agua que bajaba en los dos siguientes y últimos rápeles y haceros una idea del caudal que encontramos.
El séptimo rapel baja de nuevo por el activo de la cascada, una gozada el remojón que nos dimos. 




Y el octavo y último rapel evita la cascada por la derecha orográfica para depositarnos en la poza más profunda del barranco de la que saldremos nadando. Pero qué fría está el agua y manos por encima del agua que no llevamos guantes de neopreno.




Y así, tras 1h 30min de puro disfrute, saldremos del barranco por una senda que en 10 minutos aproximados nos deja en el coche.
Barrancazo pese a lo corto que es. No menospreciarlo, hay que venir rodados y llevar material de instalación suficiente por si tenéis que hacer uso de todos los pasamanos. Para hacer con caudales de estiaje, salvo que os gusten las emociones fuertes, y aun así tiene puntos que exigen atención.
Un acierto haber venido ese día a conocerlo, seguro que lo repetiremos.

1 comentario:

Eduardo Pardo dijo...

Hola Ruben.

Pues si, muy majo el barranco, ese canal, no será el del Cinca?, el que va de Bielsa a la Afortunada ...

Un saludo