lunes, 27 de febrero de 2012

MULTIACTIVIDAD EN EL DELTA DEL EBRO: ESPELEOLOGIA Y PIRAGUA

Acabamos de venir de unos días de vacaciones por el Delta del Ebro, haciendo lo que ahora se viene a llamar como "descanso activo", que para nosotros han sido unos días de interesantes actividades en la naturaleza. Para nuestro cumpleaños, los cuñados nos habían regalado una actividad de piragua en el Delta de Ebro, y puesto a que ibamos a bajar a la playa a descansar, por que no combinarlo con una actividad de espeleo disfrutona por la zona.

La reducida boca de entrada de la cavidad.


En la Sierra de Boix, en el municipio del Perelló, se ubica la Cueva de la Rabossa, la cavidad que íbamos a visitar ese día. La principal dificultad de la cavidad es dar con su boca de acceso por que es realmente complejo. Primero tendremos que atinar con la maraña de pistas forestales que hay por la sierra. Después, darse un paseo interesante fuera de sendero y sin balizar entre bojes y arbustos que nos dejarán las piernas y los brazos decorados. Si fallas y no aciertas a la primera, pues a seguir pinchándose, asi que mejor no equivocarse. Encima la boca está en el suelo, y es de pequeñas dimensiones por lo que no la ves hasta que estás justo encima de ella.
Si somos capaces de dar con la boca de la cueva (nosotros acertamos a la primera y menos mal por que íbamos completamente arañados), nos espera una exploración agradable por una cavidad asequible que está cosida a formaciones.


La cavidad es una rampa descendente muy pronunciada que a priori debería exigir el uso de la cuerda pero que al estar tan concreccionada con estalagmitas y columnas se puede descender y ascender sin problemas ayudánte de las formaciones.
Como es una cavidad cortita y muy bonita por la proliferación tan extraordinaria de espeleotemas que tiene, dedicamos casi toda la actividad a hacer fotografías. Cuelgo una pequeña muestra del reportaje que hicimos para que veáis la riqueza que atesora en su interior.





La tarde la pasamos paseando a orillas del Mediterráneo, para que luego no digan que los montañeros no pisamos el mar........Por cierto, mucho mejor en invierno que en verano.


Al día siguiente a por la actividad de piragua que nos habían regalado. Los guias nos propusieron hacer una ruta por el Delta a través de la antigua desembocadura del Ebro. Marta y yo conocíamos esta ruta ya que la habíamos hecho hace un par de años en una lancha motora y la verdad es que nos motivaba bastante.
Lo que no sabía es que íbamos a entrar al brazo de la antigua desembocadura del Ebro desde la margen opuesta del río, lo que implicaba tener que cruzar el Ebro a lo ancho no una sino dos veces, y la segunda de ellas contracorriente.........






.....por que el mendas no había montado nunca en piragua Cuando ya tenía asumida la broma del día, iba a llegar la segunda parte del pastel:
-Esto, perdona, es que yo no tengo ni idea de montar en canoa. A mi sueltame por la orilla del río, practico un poco y si eso, cuando tenga un poco más de soltura, me empiezo a plantear lo de cruzar el Ebro........
-Qué no que es muy fácil, que no vuelca nunca!!!!!!!!, me dice el guía entre carcajadas.
Asi que a aquí me tenéis, cruzando por su desembocadura el río más ancho y caudaloso de la Península Ibérica sin tener ni p....idea de montar en piragua y concentrado para no volcar la embarcación y liarda parda, por que desde luego no era el sitio ideal para caerse en el Ebro.......
Una vez pasado el trago de cruzar el Ebro y entrar en el brazo del antiguo delta, me relajo un poco más y disfruto de la pedazo de ruta que nos prepararon los guías. Naturaleza en estado puro, pudimos avistar un montón de aves acuáticas, tanto marinas como fluviales, la verdad es que me gustó un montón.

La preciosa ruta que hicimos por el cauce antiguo de la desembocadura del Ebro.


La vuelta la hicimos por el mismo trayecto lo que implicaba volver a cruzar el Ebro y esta vez contracorriente. Ya le tenía pillado el truco a la piragua y la verdad es que fui mucho mejor que a la ida, pero también es verdad que los 9km de longitud que tenía la ruta hicieron su mella, y más para novatos como nosotros, y se hizo un poco largo remontar el Ebro contracorriente hasta la otra orilla. Y sí, las agujetas al día siguiente fueron memorables.........

Marta y yo demostrando nuestras dotes de navegación.


Y para acabar nuestra estancia por las tierras del Bajo Ebro y celebrar la ruta tan chula que habíamos hecho, nada mejor que meterse entre pecho y espalda una cazoleta de marisco con pescados del Delta. Qué estamos de vacaciones!!!!!!!.

3 comentarios:

David Serrano dijo...

Bueno, bueno! que plan ma sbueno, no?

Esta bien abrirse a otras disciplinas, a mi la piragua me mola muhco! Y con una de las insumergibles es bastante fácil1 Eso sí, las agujetas suelen ser morrocotudas!!

RUBEN dijo...

La piragua me encantó pero 9 km remando y sin tener ni idea te puedo asegurar que hicieron mella, no veas las agujetas que tenía al día siguiente....
Saludos

DAVID ROZAS GENZOR ... Escritor dijo...

Sí que cansa remar, jodo! Yo me quedé con las ganas de hacer el año pasado los meandros del Ebro, ¿te acuerdas? A ver si nos animamos y quedamos un día para hacerlos, gañán.