martes, 30 de agosto de 2011

HOCINO Y CUEVA DE LAS PALOMAS


Cuando hace ya un tiempo cayó en mis manos la "Guía de Cavidades de las Cuencas Mineras (Teruel), publicada por el Centro de Estudios Espeleológicos Turolenses, me llamó mucho la atención la fotografía de su portada, un contraluz del porche de una cueva sobre el que una persona hacía un rapel volado al lado de una bonita cascada. Con la lectura de esta guía, pude informarme que esa cavidad se encontraba en la localidad de Martín del Río y que el lugar se llamaba Hocino o Cueva de las Palomas. Enseguida quedó fichada esta actividad, solo por rapelar esta cascada merecía la pena visitar este lugar.
El tiempo libre que proporciona las vacaciones de verano, permitió que Marta y yo nos lanzáramos a realizar esta salida barranquista-espeleológica. La cavidad y el barranco se encuentran en Martín del Río, en plena comarca de las Cuencas Mineras, limítrofe con el Parque Cultural del Río Martín.
Desde Martín del Río sale una pista señalizada que nos lleva hasta un pueblo abandonado desde el cuál sale una senda que se dirige al Hocino del Pajazo. Se puede forzar la pista con el coche, pero hay que advertir que está en un estado regular, con abundantes rodadas y zonas de mucho desnivel, asi que si no se posee un todoterreno o no se tiene pericia con los coches, es mejor hacer este tramo (largo por cierto) andando.
A partir del pueblo abandonado seguir las indicaciones que nos llevan al Hocino del Pajazo. En esta zona de Teruel, los barrancos o cañones se llaman hocinos, y en el Pajazo encontramos una bonita cascada que se da entrada a un pequeño cañón. Esta cascada es rapelable y se puede combinar con el Hocino de las Palomas.

Comienzo del encajonamiento del Hocino de las Palomas


Tras este breve pero bonito cañón, las paredes se vuelven a abrir y frente a nosotros aparecerá el Hocino del Pajazo. Si seguimos la senda, nos llevará justo hasta la base de la cascada, pero nosotros tenemos que acceder hasta su cabecera por lo que tendremos que tomar una empinada pista que nos permitirá acceder al río justo a la altura de la Fuente del Batán.
En este punto, y justo antes de entrar en la zona encañonada, entramos en contacto con el agua y decidimos ponernos el equipo. Estrictamente no estamos en el río Martín, sino en el río Las Parras, un pequeño afluente de su cabecera, pero podemos decir que este pequeño curso de agua forma parte de las fuentes que alimentan y constituyen el curso alto del río Martín.
En el primer tramo, hasta la zona encañonada, hay mucha sedimentación en el fondo del cauce, nos llega el agua hasta los rodillas pero nos hundimos bastante, lo que dificulta bastante la progresión. Y por si lo dudabáis, estamos completamente sólos, es el Teruel natural más salvaje y recóndito, estos barrancos los desciende muy poca gente y nos espera por delante una bonita aventura.


El tramo encañonado es breve como un suspiro pero muy, muy bonito. Justo en la entrada nos recibe una pequeña cascada de 4 metros. A simple vista no vemos instalaciones para rapelar aunque la escueta reseña que llevamos dice que sí las hay. Sin embargo, tengo que reconocer que el afán por saltar a la poza de recepción de la cascada provocó que no encontráramos la instalación. Sin embargo dudamos con el salto, parece que la parte derecha de la poza es profunda pero el agua no es clara y nos tememos que el fondo tenga ramas de árboles arrastrados por las crecidas. Por ello, decidimos destrepar por un tronco caído que hace las veces de pasarela improvisada. Menos mal que no hemos saltado, en efecto la poza no es muy profunda y está llena de obstáculos, y ya se sabe que una de las normas básicas del barranquismo es que antes de saltar hay que comprobar la poza de recepción.

Vistas desde abajo de la primera cascada


Destrepe de la primera cascada por el árbol caído que hay en la misma


Tras esta cascadita llegamos a la guinda del pastel, el pasamanos que nos deposita en la cabecera de la gran cascada. El sitio es de los que impresionan, justo debajo de nosotros tenemos la bóveda de la cueva y la cascada que se despeña por la misma. El ruido que hace el agua cuando cae al vacio es estremecedor.

Cabecera e instalación de la cascada del Pozo de las Palomas


Estamos disfrutando un montón con el sitio. Ahora llega el momento tenso de la jornada ya que la instalación de la cabecera de la cascada es una auténtica pena. El pasamanos de acceso a la vertical se instaló con cadenas y posteriores crecidas han deteriorado muchísimo los puntos de anclaje, hasta el punto que los dos ultimos, que es dónde instala la cuerda, se mueven peligrosamente. Valoramos la instalación y decidimos pasar la cuerda de tal manera que si falla un anclaje tengamos el otro, malo será que revienten todos a la vez. Por si acaso, nos anclamos de las bagas al pasamanos y nos colgamos de la cuerda para comprobar que el anclaje aguante, buf, qué poco me gusta esta instalación, si no fuera por que escalando me he colgado de cosas mucho peores me daba la vuelta seguro.


Vistas desde abajo del rapel volado de la cueva

Ya no nos lo pensamos más y nos lanzamos al vacio. Solo puedo definir este rapel volado con una palabra: IMPRESIONANTE. Va al lado de la cascada y desciende la vertical del porche de una cueva, de tal manera que el agua, la luz y la cueva forman un entorno y un contraluz espectácular. Sin duda alguna, es uno de los rápeles más bonitos que he hecho.

El rapel volado desde dentro del porche de la cueva



Aquí tenéis un pequeño vídeo del rapel para que veáis el sitio tan guapo en el que estábamos:



Ya que estamos aquí, aprovechamos para visitar la cueva. En este paraje anidan muchas palomas, de ahí el nombre de Hocino y Cueva de las Palomas. La cavidad tiene desarrollo a través de una pequeña gatera que no hacemos por que no queremos machacar los neoprenos. El resto es un porche de grandes proporciones que forma un bonito contraluz y por cuyas paredes se filtran pequeñas chorreras de agua.

Bonitos contraluces desde el interior de la cueva con la cascada y el pequeño lago de fondo


Filtraciones de agua y algunas formaciones desde el interior de la cueva


Otro vídeo más desde el interior de la cueva:




Ya sólo nos queda salir por la poza y alcanzar las pasarelas recientemente habilitadas. Siguiendo el curso del río llegaremos al Hocino del Pajazo cuya cascada está equipada para rapelar. Otra vez se han cubierto de gloria los equipadores, el pasamanos de acceso está muy alto, sobretodo para bajitos como yo, y para alcanzarlo hay que estirarse mucho subido sobre una piedra resbaladiza que está en la vertical de la cascada, asi que un resbalón y al vacio..........

Disfrutando de un baño de aguas frias en la cabecera del río Martín


Tengo que advertir que este descenso es muy breve pero a nuestro modo de ver el rapel volado de la cueva y el sitio dónde está emplazado el Hocino de las Palomas justifica con creces su visita. Advertir también sobre el estado de la instalación de la cabecera del rapel volado, los anclajes dónde se instala la cuerda se mueven todos, asi que vosotros mismos.
En definitiva una preciosa joya natural de ese Teruel desconocido que hemos tenido la suerte de visitar. Un descenso breve pero intenso, en una zona recóndita y salvaje que nos asegura una buena aventura.

domingo, 21 de agosto de 2011

UNA SEMANA POR LA SIERRA DE GUARA

-NATURALEZA+DEPORTE+DESCANSO ACTIVO=VACACIONES DE VERANO. Esta ha sido nuestra premisa para las ultimas vacaciones de verano, actividad ininterrumpida en diferentes escenarios durante estas ultimas tres semanas, pero sin ir a saco y sin exprimirnos físicamente, que este año no hemos parado y también era muy importante descansar y relajarnos.
La primera parte de las vacaciones estaba diseñada para pasarla en el Pirineo haciendo barranquismo, pero unas previones meteorológicas adversas para esos días nos hico recular hacia el sur y refugiarnos en la seguridad de la Sierra de Guara que aquí, aunque llueva mucho y haya tormentas, siempre se puede improvisar y hacer otras cosas. Esta ha sido la crónica de estos primeros días de las vacaciones:


BARRANCO DEL FORMIGA


Hasta estas vacaciones, se puede decir que era el único de los grandes barrancos clásicos de Guara que me faltaba por descender. Entre que no me llamaba mucho la atención y que además obstenta el honor de ser el barranco más masificado de toda la sierra, pues la verdad es que siempre lo habíamos dejado de lado.

A las 08:30h de nuestro primer día de vacaciones, estábamos en el aparcamiento del Formiga. Hemos salido desde Zaragoza y hemos madrugado un montón, para por la tarde han anunciado fuertes tormentas y además queremos evitar todo lo posible las aglomeraciones. Esto nos ha costado un madrugón memorable.
Cuando llegamos el cielo está muy encapotado, dudamos con la meteo pero decidimos hacer la aproximación y, una vez dentro del barranco, nos plantearemos qué hacer. La aproximación es bastante bonita, un paseo de unos 45 minutos que discurre por un camino muy marcado hasta la Cueva de las Polvorosas desde la cuál, tras un pasamanos equipado y un corto rapel, te permite acceder al cauce del río.

Cueva de las Polvorosas en el camino de aproximación


La meteo aguanta y además somos los primeros, asi que decidimos ponernos los "neopretos" e iniciar el descenso. Hay que darse prisa, justo detrás de nosotros viene un grupo guiado con 16 barranquistas, asi que nos ponemos las pilas y hacemos a fuego el primer tramo del descenso con el fin de sacar distancia a este grupo.


Descenso del Formiga en agosto y completamente solos, de lujo!!!!!!!


Tras los dos primeros rapeles hemos sacado la distancia suficiente para relajarnos y poder disfrutar tranquilamente del descenso. Este es el barranco más masificado de la Sierra de Guara y estamos haciendo el descenso completamente solos, todo un lujo que hace que merezca la pena el madrugón que nos hemos pegado.



El barranco tiene de todo y todo en pequeñas dosis: rapeles, cascadas, toboganes, saltos, sifones y badinas donde poder nadar. Técnicamente es muy sencillo y tiene rincones realmente bonitos, aunque en mi opinión, su interés no justifica la paciencia que hay que tener en este barranco con las masificaciones provocadas por las empresas de aventura. Aun así, creo que es un descenso muy divertido que merece la pena hacer, siempre y cuando sea fuera de temporada y evitando todo lo posible las aglomeraciones.

Estresado en las limpias y claras badinas del Barranco del Formiga


Tras acabar el descenso y almozar un rato en la playa donde da comienzo el camino de retorno, podemos comprobar lo que es el Formiga en temporada alta: decenas de barranquistas, principalmente franceses, llegan en grupos guiados hasta tal punto que en pocos minutos se concentran unas 50 personas. Y a la vuelta, el parking, con capacidad para 30 coches y 3 autobuses, está hastá las cejas, con coches aparcados hasta en las cunetas. ¿Igual se tendrían que plantear las autoridades del parque regular este descenso, no?.


Grandes aglomeraciones causadas por las empresas de aventura justo al final del descenso



-BARRANCO FONDO

Tras descender el Formiga ponemos el campamento base en el Camping el Puente de Rodellar. Por la tarde llegan las tormentas anunciadas, en una hora nos cae un gran chaparrón y aún se pegará lloviendo de forma intermitente toda la noche. Paco ha venido desde Zaragoza y se une al grupo. Disponemos de dos coches y, por lo tanto, de combinación de vehículos, por lo que barajamos para el día siguiente dos opciones: la Peonera Inferior, que ya he bajado en dos ocasiones, y los Estrechos del Balced, menos interesantes pero que ninguno hemos hecho. Al final nos decantamos por la Peonera pero, al día siguiente, cuando nos asomamos a primera hora de la mañana al Alcandre, comprobamos que baja chocolate, fruto de las tormentas del día anterior. El caudal no está muy elevado pero no nos motiva la idea de hacer la Peonera sin visibilidad en el agua, asi que cambio de planes y a por uno de los muchos barrancos secos que tiene la Sierra de Guara, en este caso en Barranco Fondo.


El Alcanadre en crecida desde el Camping el Puente


El Barranco Fondo es un afluente del Balced que desemboca en el río a escasos metros del final de los Oscuros del Balced. Es un barranco seco de régimen torrencial cuyo descenso se caracteriza en tres partes: una primera parte abierta y muy vertical en la que se descienden unos 100 metros de pared en unos 5 rápeles, el primero de ellos volado; una segunda parte horizontal y algo vestida de vegetación; y por ultimo una tercera parte muy encajonada y bonita, típica de los barrancos de conglomerado.

Cabecera del Barranco Fondo



Primer rapel volado de 25m


Ese día lo recordaremos por el calor que pasamos. Joder, como sudamos con el peto de neopreno, si no fuera por que es tan estrecho y por los rascones que te pegas, nos lo hubieramos quitado ya que, salvo la ultima parte, el barranco no llevaba ni una gota de agua.


El destacar los oscuros que hay justo antes de la desembocadura con el Balced, un tramo muy bonito y encajonado, con algun rapel muy estético que le da interés al descenso.
Al llegar a las pozas que marcan el final de los Oscuros del Balced, nos pegamos un merecido chapuzón en el agua, que por cierto bajaba algo turbia, pero no lo suficiente como para impedir el descenso de este bonito barranco.



-DIA 3: INTENTO FRUSTADO DE HACER ESPELEO

Para el tercer día queremos cambiar de actividad, ya que no llevamos la idea de estar todos los días haciendo barrancos. La Sierra de Guara tiene un interesante potencial espeleológico y para este día tenemos la intención de hacer alguna cueva sencillita, conocer otros rincones de la Sierra y asi alternar actividades.
Habíamos estado al límite del desastre en anteriores ocasiones, pero hasta ahora siempre habíamos encontrado las bocas de las cuevas. Pues bien, ya puedo decir que he pringado y que me he vuelto a casa con las manos en el bolsillo por que, aunque nos empleamos a fondo y estuvimos pateando por el monte, interpretando correctamente los planos topográficos, no fuimos capaces de dar con la boca de la cueva.
El desastre lo paliamos con una suculenta cena en el camping, acompañada de dosis hidratantes de cerveza, aquí en el que no se consuela es por que no quiere, y lo mejor de todo es que estamos de vacaciones. Sin duda alguna, este momento fue el mejor del día.
Paco se despide de nosotros, el vuelve a Zaragoza por que tiene que currar el lunes.


-CUEVA DEL MOLINO DE ASO + BARRANCO DEL VIANDICO

Antes de marcharnos a Zaragoza, queremos hacer algun barranco más. En el Pirineo ya lo dan bueno y en Guara hemos agotado todos los descensos que queremos hacer, asi que Marta y yo nos planteamos pillar el coche y marchar al Cañón de Añisclo para hacer el descenso del Viandico combinándolo con la Cueva del Molino de Aso. De esta manera también nos quitaremos el mono de hacer espeleo que se nos ha quedado del día anterior.
Tras dos horas de coche (lo que hace la afición, eh?), nos plantamos en el siempre masificado aparcamiento de San Urbez. Pillamos todo el material y hacemos la aproximación a la Cueva del Molino de Aso. Ya la visitamos el año anterior, en primavera. Esta vez la pillamos con menos agua y además llevaremos el peto de neopreno puesto, lo que agilizará nuestro avance en el curso activo de la cueva.
Desde que hago espeleo, ésta es la unica cueva en la que me he encontrado gente, tanto este año como en el anterior. Las empresas de aventura la ofertan a los turistas que vienen al Parque Nacional y esto hace que sea muy visitada, algo que repercute muy negativamente en su estado de conservación.

Porche de entrada de la Cueva del Molino de Aso


No perdemos mucho tiempo en su visita. Ya la conocemos del año anterior y no queremos entrar muy tarde en el Viandico. Además, con el peto de neopreno avanzamos rapidamente por el curso activo de la cueva.

Atravesando el curso activo de la cueva


Salimos al Viandico por la boca superior de la cueva, tras darnos una incómoda arrastrada. En este punto, el Viandico es dónde se hace interesante ya que pilla todo el agua de las surgencias, aguas arriba de este punto es un barranco seco en verano.

El primer contacto con el agua se hace duro, ya que es agua de surgencia y sale muy fria. Además, las lluvias de los días anteriores han hecho que el agua esté algo turbia, por lo que tendremos que tener cuidado en los posibles saltos que hagamos.

El descenso del Viandico no tiene nada de especial salvo el hecho de poder hacer barranquismo en el fondo del Cañón de Añisclo, justo en los límites del Parque Nacional, y en un punto de alto valor paisajístico, justo en el corazón de los Pirineos.
Salvo la ultima cascada, que no es obligada, no tenemos que hacer el uso de las cuerdas. No obstante, esta cascada de 12 metros es el gran atractivo del Viandico y también el punto desde el cuál los cientos de turistas, que están haciendo la excursión a la Ermita de San Urbez, nos harán miles de fotografías.

Por separado, tanto el Viandico como la Cueva del Molino de Aso, no son grandes actividades pero combinadas las dos, sale una actividad bastante original en la que tendremos que hacer espeleo para aproximar al barranco que queremos descender, y todo ello en un entorno natural de gran interés paisajístico.


-RUTA DE LAS PINTURAS RUPESTRES DEL RIO VERO

Para el último día de nuestra estancia en la Sierra de Guara, tenemos reservada una actividad diferente. Queremos conocer el río Vero de una forma diferente, a través del Parque Cultural del río Vero , haciendo alguna ruta senderista y visitando alguno de sus abrigos con pinturas rupestres.

El gran santuario rupestre del Barranco de la Choca, afluente del Vero y cuyo descenso está prohibido por la normativa del parque.


Fue todo un acierto el planteamiento de esta actividad. Todas las veces que había bajado el Vero, me había fijado en los impresionantes abrigos rocosos que tiene el río en estos acantilados, lo que no sabía es que estaban llenos de pinturas rupestres.
Tras visitar el centro de interpretación de Colungo (no os perdáis la reproducción que hay de la Cueva de la Fuente del Trucho), contratamos una visita guiada para visitar los abrigos de la Mallata. Estos abrigos forman parte del gran santuario rupestre que forma el río Vero justo en su confluencia con el Barranco de la Choca, una zona plagada de cuevas con gran cantidad de pinturas rupestres.
La visita me encantó, gracias a la visita guiada pudimos entrar en los abrigos (están cerrados con verjas para protegerlos del expolio) y ver las pinturas desde muy cerca, sin duda alguna uno de los mejores momentos de este viaje.


El espectacular emplazamiento de los abrigos de la Mallata

lunes, 1 de agosto de 2011

GORGOL+PIRINEOS SUR+GARGANTA DE ESCARRILLA

Para este finde pasado, Marta y yo marchamos al Valle de Tena. Habíamos comprado entradas para el Pirineo Sur pero, dado que estamos en plena temporada barranquista, decidimos aprovechar el resto del fin se semana haciendo barrancos. A ultima hora se nos unen Paco y Bea, la verdad es que ultimamente estamos muy bien acompañados en nuestras salidas barranquistas.
Este finde no va a haber estrés. Madrugamos poco, salimos tarde desde Zaragoza, acampamos a media mañana en el valle y con la calma, vamos a Piedrafita de Jaca, que hemos quedado a la 13:00 con Paco y Bea. Tras almorzar algo, llegamos sobre las 14:00 al aparcamiento del Gorgol, que es el objetivo que tenemos fijado en el día.

Como el barranco se hace en unas 2h, con aproximación y retorno incluidas, podemos permitirnos el lujo de entrar tan tarde. Lo malo es que nos perderemos el juego de luces y sombras que hay en este barranco en las horas centrales del día pero por contra, evitaremos a los grupos guiados y a las aglomeraciones que se forman en este sitio. El Gorgol está considerado el descenso estrella del Valle de Tena, lo que unido a su horario y dificultad media hace que esté muy masificado en verano.
Pero nosotros estamos empeñados en alargar el horario y, tras un despiste en un cruce de caminos en el Bosque del Betato, a lo que nos hemos dado cuenta hemos subido más de lo previsto y nos toca descender un montón. En total, la aproximación nos cuesta una hora, el doble de lo que marcan las guías.

Este barranco sólo tiene 300 metros de longitud pero la estética del mismo compensa su escasa longitud. No hay ni un sólo rincón del descenso que tenga desperdicio y además, en todo momento estaremos entretenidos haciendo saltos, bajando toboganes o descendiendo con la cuerda.
Debido a las horas a las que hemos entrado, hacemos el descenso completamente solos, todo un lujo en un barranco tan masificado como éste, lo que nos permite disfrutar aún más de los rincones más bonitos que tiene. Cuando estás en este sitio, entiendes por qué es tan famoso este barranco.
A destacar el ultimo rapel, una tirada de cuerda de 18 metros semivolados que va al lado de una impresionante cascada. Superbien equipado, un pasamanos te permite instalar la cuerda y desplazarla de la base de la cascada, muy problemática cuando el barranco va cargado de agua.
En una hora y media, y tras entretenernos en el ultimo tobogán y hacer millones de fotos, salimos del barranco con la sensación de haber saboreado un pequeño pero intenso bocado. Y es que "lo bueno, si breve, dos veces bueno".


Tras ducharnos en el camping y cenar de tapeo en Escarrilla, Marta y yo marchamos a Lanuza al encuentro de unas amigas. Paco y Bea marchan a Jaca ya que no tienen entradas, a nosotros nos espera una larga noche de disfrute y diversión.

El Pirineos Sur es el festival de musicas del mundo más importe que se organiza en Europa. Todos los años, durante el mes de julio, numerosas bandas tocan en el escenario flotante del Embalse de Lanuza que monta la organización. Asi, a la calidad de los grupos que vienen, se une el impresionante escenario natural dónde se realizan las actuaciones.

Nosotros hemos comprado entradas para Ojos de Brujo , el concierto estrella de este festival, que además era su concierto de despedida por que se van a disolver, otro motivo más para no perderse este evento. La juerga se prolongó hasta altas horas de la noche, mientras disfrutábamos en el auditorio de Lanuza de los ritmos flamencos, mezclados con ska, reggae, rumbas, rock, rap y un sinfin de estilos musicales que forman la base musical de Ojos de Brujo. Era la segunda vez que veía en directo a este grupo y sólo puedo decir que sus directos son acojonantes, es una lástima que se disuelvan.

El domingo amanecemos por la mañana algo resacosos y que mejor remedio para la resaca que el agua fria, asi que otra vez a hacer barrancos. Tenemos el cuerpo jotero y no estamos para hacer grandes hazañas deportivas, asi que decidimos entrar en un barranco cortito y de escaso compromiso: la Garganta de Escarrilla.
Paco y Bea nos vuelven a acompañar y, al igual que hicimos el día anterior con el Gorgol, entramos en el barranco a las 15:00h más o menos para evitar a los grupos guiados. Las guías que manejaba indicaban que éste era un barranco menor de escaso interés deportivo, a combinar con otros descensos de la zona asi que con esta información no esperábamos encontrar gran cosa.
El inicio se hace justo debajo de la presa del embalse de Lanuza. Tenemos claro que con el Pirineos Sur no van a abrir las compuertas pero aún asi impresiona meterte en un río justo debajo de una presa de estas dimensiones.

El primer tramo del descenso es abierto y se hace andando. Se puede decir que es senderismo acuático y se nos hace muy monótono, ya lo decían las guias, que este descenso no tiene interés. Pero poco a poco la cosa se va cerrando hasta que se pasa por debajo de un gran bloque empotrado, el "Puente del Diablo", y la cosa cambia radicalmente.

A partir del "Puente del Diablo", el río Gállego forma una garganta muy profunda y bastante encajonada, de paredes muy altas. Y también empiezan las primeras y únicas dificultades del descenso: un caos de bloques que tendremos qe sortear por dónde mejor podamos y un pequeño rapel volado de 10 metros.




A partir del rapel el barranco se vuelve realmente espectácular, una garganta de paredes muy profundas , con unos bonitos oscuros y perfectamente encajonada. Joder con las guías, cómo pueden decir que este descenso no vale la pena, si este rincón es una pasada!!!!.




Los oscuros dan paso a la sección más acuática del descenso, con galerias muy encajonadas y dos largas badinas de aguas cristalinas y muy frias que tendremos que sortear nadando. Para que os hagáis una idea de dónde estamos, este tramo corresponde más o menos a la parte del río Gállego que va paralela al túnel que tenemos que cruzar nada más salimos de Escarrilla en dirección a Francia.


En cuanto llegamos a la altura de Escarrilla salimos del barranco con una sonrisa de oreja a oreja. Esperábamos hacer un barranco secundario y sin interés con el fin hacer algo tras pasar la noche en el Pirineos Sur, y nos hemos encontrado con un barranco precioso, de gran interés estético y encima hemos estado completamente sólos durante todo el descenso.

En definitiva, ha sido un finde lúdico-festivo-deportivo-gastrónomico en el que hemos disfrutado como enanos con los amigos.